Un destino diferente a la vuelta de la esquina. Tan distinto, pero a la vez, lo suficientemente acogedor para que sientas que lo conoces de siempre. Un viaje a Marruecos es una escapada perfecta para cualquier tipo de persona: viajeros experimentados, o también para aquellos que empiezan su periplo por el mundo. ¿Estás preparado? Ve cómodo y lánzate a la aventura por zocos perfumados de especies, por oasis en mitad del desierto, bóvedas celestes espectaculares, palmeras, un paseo en camello, toda una gastronomía por descubrir y una cultura que enriquece por los cuatro costados. ¡Bienvenidos a Marruecos!

¿Qué ver, qué hacer en Marruecos?

Lugares para visitar

Todo viaje a Marruecos es una aventura. Nuestro país vecino tiene mucho que ofrecerte, desde grandes ciudades imperiales hasta paisajes alucinantes que parecen de otra época. Viajes culturales, viajes en familia, o de relax, este país se adapta a las exigencias de todo viajero. Tan cerca y tan diferente, es un destino de lo más exótico. La hospitalidad de sus gentes te hará sentir como si estuvieses paseando por tu propia ciudad, mientras te topas con una curiosa y diferente cultura, influenciada por los bereberes, españoles y franceses, toda una combinación irresistible. ¡Muchos de sus pueblos y ciudades parecen un pedacito de Andalucía! Estos son algunos de los lugares imprescindibles que tienes que ver en Marruecos.

• Marrakech: una ciudad que te impactará no sólo por su arquitectura sino por la forma de vivir de sus habitantes. No puedes perderte su zoco, el Palacio Bahia o la Mezquita Koutoubia, entre otros. Deambular y dejarse llevar sin prisas es el truco para ser parte de esta atmósfera tan única. Así es como las callejuelas encandilan a uno y te guían hasta, por ejemplo, la Plaza Jemaa el Fna, el corazón de Marrakech. Su constante ebullición hace que este lugar lata con fuerza por el día y sobre todo durante la noche, cuando las guirnaldas de luces iluminan su cielo anunciando música y acción. Desde aquí puedes hacer varias excursiones como a la costa en Essaouira, joya del atlántico marroquí; o a Ouarzazate, con su impresionante kasbah anaranjada en medio de la nada.

• Xauen: una pequeña ciudad azul en lo alto de las montañas del Atlas con influencia bereber, española y sefardí. El color que inunda todo te hará estar en calma recorriendo sus callejuelas e interactuando con sus habitantes. Emplazada en plena naturaleza, podrás acercarte a sus cascadas y pasear por el valle, mientras el día se apaga y deja paso a un cielo despejado en el que no pararás de divisar estrellas fugaces.

• Tánger: esta bonita ciudad te recordará a Andalucía y seguramente escuches hablar español. Visitarla es embarcarse en un viaje a los años 50 lleno de encanto y de nostalgia. Tánger ofrece un ambiente más “occidental” pero sin dejar a un lado la tradición, plasmada en sus míticos cafés con terrazas frente al mar.

• Desierto del Sahara: dormir una noche en el desierto del Sahara y observar las estrellas es una de las aventuras que debes vivir al menos en uno de tus viajes a Marruecos. Parece un paisaje de otro planeta, compuesto simplemente por una inmensidad de dunas, camellos y pequeños campamentos. Vas a disfrutar de una de las bóvedas celestes más bonitas que jamas hayas visto.